la maldad del pecado - Resultados de la búsqueda
Salmo 50: Misericordia, Dios mío, por tu bondad
La intercesión de Abraham y la conversión (Gn 18, 16-33), (3/43)
El camino de la humildad
María, Madre de Dolores
Consejos para la confesión
Dios nos libra y nos lleva a la conversión
Las caídas y el salto
Santa Teresa de Jesús sabía que la mayor grande tentación de su vida había sido la de abandonar la oración después de haber sido infiel a Dios: “Sabe el traidor que el alma que tenga con perseverancia oración la tiene perdida y que todas las caídas que le hace dar la ayudan, por bondad de Dios, a dar después mayor salto en lo que es su servicio” (Libro de la Vida, 19, 4).
Jesucristo, muestra de la misericordia de Dios
Conocer a Dios En María (Primera parte)
En el libro de Isaías encontramos una promesa magnifica: “El lobo y el cordero serán vecinos, la pantera se echará con el cabrito… Nadie hará daño, no habrá mal ni violencia en todo mi santo Monte, porque la tierra estará llena de conocimiento del Señor, como cubren las aguas el mar”1. Es una promesa de conocimiento de Dios, que será también una transformación del corazón del hombre, una sanación del mal y de la violencia.
La Misericordia de Dios
XXVI Domingo del tiempo ordinario (Ez 18, 25-28; Sal 24; Flp 2, 1-11; Mt 21, 28-32)