Cuando escuches las olas del mar: ¡Santificado sea tu nombre!
Cuando contemples un cielo estrellado: ¡Santificado sea tu nombre!
Cuando recuerdes el amor de tus padres: ¡Santificado sea tu nombre!
Cuando estés con tu esposo o esposa: ¡Santificado sea tu nombre!
Cuando veas a tus hijos crecer: ¡Santificado sea tu nombre!
Cuando amanezcas cada mañana: ¡Santificado sea tu nombre!
Cuando termines la jornada: ¡Santificado sea tu nombre!
Cuando la vida te duela: ¡Santificado sea tu nombre!
Cuando todo resulte bien: ¡Santificado sea tu nombre!
Cuando te humillen: ¡Santificado sea tu nombre!
Cuando te muestren aprecio: ¡Santificado sea tu nombre!
Cuando lo contemples clavado en la cruz: ¡Santificado sea tu nombre!
Cuando recibas el perdón de tus pecados: ¡Santificado sea tu nombre!
Cuando experimentes el amor de la Virgen María: ¡Santificado sea tu nombre!
Siempre y en todo momento: Padre Nuestro ¡Santificado sea tu nombre!
Santificado sea tu nombre en mi jornada laboral.
Santificado sea tu nombre en mi vida matrimonial, consagrada o sacerdotal
Santificado sea tu nombre en mi quehacer diario.
Santificado sea tu nombre en mi vida social.
Santificado sea tu nombre en mis pensamientos.
Santificado sea tu nombre en mis palabras.
Santificado sea tu nombre en todos mis actos.
Señor santificado sea tu nombre en mi vida y por todos los hombres.