Oración al Espíritu Santo para pedir una vida fecunda, agradable a Dios

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Oración de San Francisco

Espíritu Santo, Jesús nos dijo: «Os he destinado para que vayáis y deis fruto y que vuestro fruto permanezca» (Jn 15,16). Al hacer un balance de mi vida encuentro muchas cosas buenas, pero no me siento satisfecho.

Yo quisiera ser fecundo, con la fecundidad de Cristo crucificado que con su obediencia al Padre redimió a la humanidad, aunque a los ojos de los hombres murió como un fracasado.

Fecundo como María, mujer pobre y sencilla, que solo ofreció su pequeñez, removió todo obstáculo y el fruto de su vientre fue el más grandioso: el Hijo de Dios.

Fecundo como José, que en su humildad y silencio, dejó para todos los tiempos un testimonio elocuente de fidelidad y servicio.

Fecundo como San Pablo, que esparció la semilla de la Palabra y tú diste vida espiritual a millones de personas.

Fecundo como millones de católicos desconocidos que viven la fe y la caridad cristiana en su vida ordinaria dando así mucha gloria a Dios y engendran nuevos hijos de la Iglesia.

Quiero ser fecundo, fertiliza mi vida, lléname de tu gracia. No importa que no vea los frutos, no son míos sino tuyos, no son para mi gloria, sino para la tuya. Que al final de mi vida encuentres en mi viña abundancia de frutos dulces agradables al Padre (cf. Is 5,4).