Oración al Espíritu Santo para no compararme con los demás y ser agradecido

1997

Espíritu Santo, somos buenos para ver y pedir lo que nos falta, menos buenos para dar las gracias por los dones recibidos.

Hoy quiero ser un hijo agradecido, no quejarme ya de que el vaso está medio vacío, más bien agradecerte porque tengo el vaso medio lleno o el vaso lleno, aunque pequeño.

Gracias por todos los dones que me has dado, especialmente por el don de la vida y el inmenso don de mi fe católica, gracias por el don de mi familia y de mis amigos, gracias por darme entendimiento y libertad, gracias por todo lo que tengo y lo que soy.

Veo el vaso medio vacío cuando me comparo con los demás o cuando me vuelvo ambicioso.

Te lo suplico, Espíritu Santo, ayúdame a ser pobre de espíritu, a gozar de lo que tengo y compartirlo, a dar amor sin medida ni condiciones, con la seguridad de que se repetirá en mí lo que le sucedió a la viuda de Sarepta (1 Re 17, 7-24), que por ser generosa y magnánima en el propio desamparo recibió a cambio un cántaro lleno y desbordante que por más que da, nunca se acaba.


Autor, P. Evaristo Sada L.C.(Síguelo en Facebook)

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