Cómo vivir mejor la santa misa

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Cómo vivir mejor la santa misa

En los últimos meses hemos publicado en este blog 14 artículos-reflexiones sobre cada una de las partes de la misa: desde el acto penitencial, pasando por la liturgia de la palabra y la consagración hasta la comunión. Tais Gea, consagrada del Regnum Christi, ha sido la guía en este camino ilustrativo y luminoso, al que miles de católicos se han sumado con sus comentarios, reflexionando y compartiendo estas notas en las redes sociales.

Explicación de las parte de la misa

Liturgia de la Palabra

A modo de síntesis y para tener de una forma práctica los 14 artículos a la mano, diremos que, al reflexionar sobre el sentido del acto penitencial donde se nos invita a celebrar «dignamente los sagrados misterios» nos preguntábamos ¿qué hace digno a un cristiano? ¿qué le permite acercarse «dignamente» a Dios? y respondíamos recordando la filiación de Cristo y la propia con el Padre que no quiere sino que nos comportemos como los hijos que somos, pequeños y necesitados de perdón.

Meditamos, después, en el sentido del Gloria, y con él, de la alabanza cristiana, y en las disposiciones de escucha, docilidad y acción que conviene adoptar a la hora de escuchar las lecturas en la misa: consejos como imitar la actitud atenta de María y consejos más prácticos como rezar una breve oración antes de escuchar la Palabra de Dios.

Liturgia Eucarística

Al llegar al ofertorio, Tais proponía el gesto de las manos vacías, un gesto y una oración sencillas que nos ayudara recordar qué -más bien- quién es el que se ofrece en ese momento.

Diversas reflexiones se agrupan al llegar al momento de la consagración, momento culmen, donde la pabra central será la de «unión», partiendo del hecho de lo que celebra: un nuevo Calvario, una nueva entrega y un nuevo ofrecimiento de Nuestro Señor. Una unión que traerá consigo numerosos, infinitos frutos de santidad y comunión con Dios. Se propone una sentida oración para este momento y se nos invita a ofrecenos junto a Cristo al Padre.

Muy unida a la consagración está la Plegaria eucarística, en la que hacemos cinco peticiones ¿sabes cuáles son?

Las últimas reflexiones se centran en la oración dominical y en el rito de la comunión. Es de notar la reflexión de Tais Gea sobre cada frase del Padre nuestro: disposiciones personales, acertadas y útiles de quien quiere ayudarnos a renovar el sentido de lo que muchos de nosotros hacemos a diario, semanalmente o que, tal vez, hemos dejado de hacer porque le hemos perdido todo sentido.


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