Bendice, Dios mío,
a toda la gente conocida
que pasea
distraída
por nuestra ciudad.
Bendice a los que conoceré
y pronto saludaré
en la calle o en el café.
Mayores y niños, a todos conoces
y acoges a todos en tu seno.
Bendice, Dios mío,
a toda la gente conocida
que pasea
distraída
por nuestra ciudad.
Bendice a los que conoceré
y pronto saludaré
en la calle o en el café.
Mayores y niños, a todos conoces
y acoges a todos en tu seno.