Padre Bueno
que estás en todas partes
y nos proteges siempre.
Te pedimos por todos
los jóvenes, hombres y mujeres
que sienten tu llamado
a la vida consagrada.
Envíanos Señor más servidores
para construir tu Reino.
El trabajo es mucho
y los trabajadores son pocos.
Dales fuerzas
a todos los sacerdotes,
consagradas y consagrados del mundo
para que sigan tu camino,
con fidelidad a la verdad.
Para que ayuden a todos
como lo hizo tu Hijo Jesús.
Para que trabajen
por la Justicia y la Verdad.
Te pedimos que
los acompañes siempre
Sigue llamando cada día más.