Espíritu Santo, soy hijo de Dios y de la Iglesia por el bautismo; me declaro cristiano. Pero no puedo decir que soy totalmente cristiano, porque aún no soy totalmente de Cristo ni mis obras están todavía totalmente revestidas de Cristo. Te suplico que hoy y todos los días de mi vida, realices la obra maestra de mi transformación en Jesús. No busco la perfección en sentido vanidoso, conozco muy bien mi condición de pecador, mi pequeñez y mis limitaciones. Lo que busco es que Cristo viva en mí, y se manifieste siempre en mí. Quiero ser totalmente discípulo de Cristo.