Si mi cuerpo fuera de cristal… ¿Me escondería de vergüenza o sería radiante como Moisés? Lléname de tu gracia, Espíritu Santo, dame un alma pura como la de María. Vacíame de todos los vicios, hazme anti-pecado. Por más que reconozco mi debilidad y miseria, quiero ser como de cristal: transparencia de tu presencia en la tierra, sencillo como paloma, bondadoso como cordero, luminoso como el fuego, todo amor y misericordia.