“El que es fiel en lo poco, también en lo mucho es fiel; el que es injusto en lo poco, también en lo mucho es injusto.
Pues, si no fuisteis fieles en la riqueza injusta, ¿quién os confiará la verdadera? Si no fuisteis fieles en lo ajeno, ¿lo vuestro, quién os lo dará?
Ningún siervo puede servir a dos señores, porque, o bien aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero».” (Lc 16, 10-13)
Comentario
Estamos al comienzo de curso, y en el día a día no debe haber nada indiferente. Para quien busca a Dios, todo le sabe a Dios y es en las pequeñas cosas, en los detalles donde se demuestra el amor.
Jesús dice: “El que es fiel en lo poco, también en lo mucho es fiel”. Y en otro lugar podemos leer: “Siervo bueno y fiel; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; entra en el gozo de tu señor”.
Santa Teresa dice que el amor no es para guardarlo en los rincones, sino para las ocasiones, y siempre es ocasión de amar a un solo Señor, como dice el Evangelio.
Las Idolatrías
Hoy el Evangelio denuncia la idolatría del dinero, pero podemos extender el principio a otras muchas dependencias que esclavizan a la persona.
Un profesional que trabaja en una institución de acogida para liberar de diferentes adicciones, me decía que hoy es mayor el riesgo de quedar esclavizado, porque hay dependencias que no cuestan dinero, pero destruyen.
El principio evangélico es no tener otro señor que Dios.
Propuesta
¿Percibes alguna dependencia un tanto idolátrica?
Agradecemos esta aportación a Don Ángel Moreno de Buenafuente (consulta aquí su página web) El contenido de este artículo puede ser reproducido total o parcialmente en internet y redes sociales, siempre y cuando se cite su autor y fuente original: www.la-oracion.com y no se haga con fines de lucro.