Ser niño ante Dios

2090

«Permanecer niño es reconocer su propia nada, esperarlo todo de Dios como un niño espera todo de su padre; no inquietarse por nada, no pretender fortuna…

Ser pequeño significa no atribuirse a sí mismo las virtudes que se practican, creyéndose capaz de algo, sino reconocer que Dios pone ese tesoro de la virtud en la mano del niño; pero es siempre tesoro de Dios»