Cuando Dios se ausenta, es ahí donde encontramos a Teresa y su manera de obrar en la oración. Viene a la oración como ha escrito, no para buscarse, sino únicamente para dar gozo a Dios. Va a la oración sencillamente para estar con Jesús y cantar de nuevo su amor; si El se manifiesta, se alegra, pero no se turba si le hace sentir su ausencia. (Lafrance J, Mi vocación es el amor).