Tiempo de Adviento, tiempo de transformar la existencia

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tercer domingo de adviento

“Id a anunciar a Juan lo que estáis viendo y oyendo: Los ciegos ven, y los inválidos andan, los leprosos quedan limpios y los sordos oyen…” (Mt 11, 5)

COMENTARIO

Los textos de este domingo vertebran el argumento de que Aquel que anunciaron los profetas se ha manifestado en Jesucristo, y lo demuestran presentando en paralelo los signos que se decía que haría el Mesías y los que realizó Jesús.

Jesús mismo, ante la duda de Juan, encarcelado, le envía las pruebas a través de los mensajeros. Y lo hace destacando la relación entre las obras anunciadas y las que Él hacía.

Como en los tiempos del Precursor, necesitamos que nuestro sentidos sean curados y percibamos la verdad que contiene el Evangelio. Quien acoge la Palabra y da crédito a la persona de Jesús, descubrirá cómo se abren sus ojos y sus oídos, su carne se serena, se acrecienta su esperanza y así se transforma su existencia.

LA AUTENTICIDAD

San Agustín comenta la posibilidad que tuvo Juan el Bautista de suplantar al Mesías, de especular con el plebiscito y popularidad de los que gozaba y hacerse pasar por quien no era.

Las personas corremos este riesgo a menudo, cuando sucumbimos, pretenciosos, debido a nuestros puntos de honra, vanidad o protagonismo, lo que en definitiva es perder la percepción sana de los sentidos.

En Jesucristo se nos desvela nuestra posibilidad de mayor plenitud, la que se representa con la naturaleza restaurada, curada, resucitada, gracias al don del Mesías.

PROPUESTA

¿Te valoras en lo que eres de verdad?


Agradecemos esta aportación a Don Ángel Moreno de Buenafuente (consulta aquí su página web) El contenido de este artículo puede ser reproducido total o parcialmente en internet y redes sociales, siempre y cuando se cite su autor y fuente original: www.la-oracion.com y no se haga con fines de lucro