Oración al Espíritu Santo para fortalecer la fe y la gracia

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El día de mi bautismo encendiste una llama en mí: la llamamos gracia santificante. Es mi gran tesoro.

Por distracción, superficialidad, mediocridad o pecado, mi lámpara reduce su fuerza o incluso llega a apagarse.

Ven Espíritu Santo, enciéndeme de nuevo con el fuego de tu gracia, aviva la llama, que arda siempre con fuerza, quiero que todos los días Jesús me encuentre vigilante, con la lámpara encendida (cf. Lc 12, 35).