9 Frases de San Francisco de Sales

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El silencio del hombre en la Biblia

“Tened paciencia con todo el mundo, pero principalmente con vos misma: quiero decir que no perdáis la tranquilidad por causa de vuestras imperfecciones y que siempre tengáis ánimo para levantaros.”

Frase de San Francisco de Sales 

 

“No nos lamentemos, esforcémonos por someternos mansamente a la voluntad de Dios cuando lleguen «esas pequeñas molestias diarias”

Frase de San Francisco de Sales

 

“Hay que llevar con paciencia la lentitud de nuestra perfección, poniendo siempre de nuestra parte todo lo que podamos para ir avanzando”

Frase de San Francisco de Sales

 

“Es necesario no juzgar las cosas según nuestro gusto, sino según el de Dios; ésta es la gran palabra. Si somos santos según nuestra voluntad, no lo seremos nunca bien; es preciso que lo seamos según la voluntad de Dios”

Frase de San Francisco de Sales

 

“Nada nos debe disgustar ni enfadar, sino sólo el pecado; pero incluso en el fondo de este disgusto debe haber alegría y consuelo santo”

Frase de San Francisco de Sales

 

“Aunque fuésemos los más perfectos del mundo, no lo debemos creer así nunca, sino estimarnos siempre imperfectos. Nuestro examen no debe investigar nunca si somos imperfectos, ya que no debemos dudar de que lo somos.”

Frase de San Francisco de Sales

 

“Debéis aborrecer vuestras imperfecciones… con un aborrecimiento sereno, mirarlas (Carta 167) con paciencia, y utilizarlas para rebajar vuestra propia estimación; debéis sacar el provecho de un santo desprecio por vosotros mismos”

Frase de San Francisco de Sales

 

“En mayor o menor medida todos perseguimos la amistad con Dios, pero únicamente las almas generosas -y, por supuesto, en muy diversos grados- penetran en la intimidad de Dios.”

Frase de San Francisco de Sales

 

“Disponed vuestra alma para el sosiego, ya desde por la mañana; en el transcurso del día, procurad recordarlo con frecuencia. Si tenéis alguna desazón, no os alteréis ni os aflijáis, sino que, sin perderla de vista, humillaos serenamente ante Dios y tratad de recobrar la tranquilidad de vuestro espíritu. Decid a vuestra alma: ¡Adelante!, hemos dado un mal paso, vayamos despacito y con cuidado. Y cada vez que caigáis, haced lo mismo”

Frase de San Francisco de Sales