La vida de gracia

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Tengo por la gracia de Dios otra vida, es decir, otra capacidad de obrar, no ya por mí, sino por Dios: es la vida sobrenatural en la que Dios, uniéndose por un vínculo inefable a mi naturaleza, me eleva por encima de mí mismo y da a mis facultades el poder de hacer actos divinos; se hace Él la vida de mi vida, el alma de mi alma; ¡misterio de amor! Y esta vida es la vida sobrenatural, es decir, la vida eterna, porque es el ejercicio aquí abajo de la vida que poseeré allá arriba. (José Tissot, La vida interior)