Corazón de Jesús, te pido que durante esta noche veles por mi alma y mi cuerpo, para que tranquilamente repose en ti.
Y ya que mientras duermo no podré alabarte Dios mío, dígnate hacerlo por mí, de manera que cuantos sean los latidos de mi corazón, en esta noche, sean otras tantas alabanzas que tú presentarás a la Santísima Trinidad.
Amén.