La gracia de mujer es toda Gracia,
lirios de Dios de eterna primavera,
vosotras sois mujer sin la falacia
de encantos de virtud perecedera.
Bella la creación que dió a estas flores
su cáliz virginal y el dulce encanto
del amor del Señor de sus amores,
eterna melodía de su canto.
Llamó el divino Amor a vuestra puerta,
el corazón de par en par abristeis,
si grande fue la siembra en vuestra huerta,
frondosa es la cosecha que le disteis.
Demos gracias a Dios por las estrellas
que brillan en la noche de la vida,
es la luz de la fe que fulge en ellas
con amor y esperanza sin medida. Amén.