¿Son pocos los que se salvan?

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Redención

Y pasaba por ciudades y aldeas enseñando y se encaminaba hacia Jerusalén. Uno le preguntó: «Señor, ¿son pocos los que se salvan?». “Y vendrán de oriente y occidente, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios. Mirad: hay últimos que serán primeros, y primeros que serán últimos» (Lc 13, 22. 29-30).

Comentario

La salvación universal es un sentimiento extendido, y una verdad revelada. Jesús ha venido a redimir a toda la humanidad; sin embargo, el texto del Evangelio de hoy parece restrictivo. Cabe observar que Jesús no responde directamente a la pregunta que le hacen, pero advierte que no caben puntos de honra, de creerse superior a los demás, o con más derechos. “Los últimos serán los primeros”, advierte Jesús, y la Buena Nueva será acogida por creyentes de todas las naciones. En otro pasaje se dice: “No todo el que me dice “Señor, Señor” entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos” (Mt 7, 21). “¿Por qué me llamáis “Señor, Señor”, y no hacéis lo que digo?” (Lc 6, 46)

La Universalidad

El Nazareno se instaló en Cafarnaúm, ciudad fronteriza, pasó a la tierra pagana de la Decápolis, curó a gentiles, atravesó fronteras religiosas… El envío que hizo Jesús a sus discípulos supuso una misión universal: “Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo” (Mt 28, 19). “Ellos se fueron a predicar por todas partes” (Mc 16, 20). San Pablo extendió el mensaje evangélico por los caminos del imperio romano con sus cuatro viajes. Proféticamente, el salmista ya había entonado el canto universal: “Pueblos todos, batid palmas, | aclamad a Dios con gritos de júbilo” (Sal 46, 2).

Propuesta

¿Te sientes redimido?


Agradecemos esta aportación a Don Ángel Moreno de Buenafuente (consulta aquí su página web) El contenido de este artículo puede ser reproducido total o parcialmente en internet y redes sociales, siempre y cuando se cite su autor y fuente original: www.la-oracion.com y no se haga con fines de lucro.