Condiciones para vencer y no caer en el desánimo

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Pescador de hombres

“Jesús, desde la barca, sentado, enseñaba a la gente, y dijo a Simón: «Rema mar adentro, y echad vuestras redes para la pesca». Respondió Simón y dijo: «Maestro, hemos estado bregando toda la noche y no hemos recogido nada; pero, por tu palabra, echaré las redes». Y, puestos a la obra, hicieron una redada tan grande de peces que las redes comenzaban a reventarse.

Entonces hicieron señas a los compañeros, que estaban en la otra barca, para que vinieran a echarles una mano. Vinieron y llenaron las dos barcas, hasta el punto de que casi se hundían. Al ver esto, Simón Pedro se echó a los pies de Jesús diciendo: «Señor, apártate de mí, que soy un hombre pecador»” (Lc 5, 4-8).

TRES CONSIDERACIONES

Observa la postura de Jesús, sentado en la barca, enseñando. Es la posición de Maestro, que además de la enseñanza que imparte, demuestra la sabiduría práctica de hablar desde el mar, para que la brisa apoye la audición del mensaje.

“Hemos bregado toda la noche y no hemos pescado nada”. Muchas veces sumamos el cansancio y la falta de resultados para justificar nuestro desaliento y nuestro escepticismo. Quien obedece a la Palabra de Dios no perece en la frustración, y siempre confía en la Providencia.

El reconocimiento del apóstol Pedro a los pies de Jesús, es doble: por un lado confiesa la identidad de Jesús al llamarle “Señor”, y por otro lado, se siente pecador. Ambas afirmaciones deberían permanecer en nuestra conciencia, y nunca deberían impedir la respuesta del seguimiento: “Jesús dijo a Simón: «No temas; desde ahora serás pescador de hombres». Entonces sacaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, lo siguieron.”

PROPUESTA

¿Te justificas en tu debilidad para permanecer en tu desánimo, o confías en la Palabra de Jesús?


Agradecemos esta aportación a Don Ángel Moreno de Buenafuente (consulta aquí su página web) El contenido de este artículo puede ser reproducido total o parcialmente en internet y redes sociales, siempre y cuando se cite su autor y fuente original: www.la-oracion.com y no se haga con fines de lucro.