La entrega a Dios en nuestro corazón

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En la vida espiritual, se puede uno ver privado de la oración, de la eucaristía, y de los otros medios espirituales, pero de lo que uno no se puede jamás dispensar, es de que en el interior de sí mismo, se entregue a Dios en la purificación del corazón. Teresa nos dice que es una fuente de libertad profunda en la que se encuentra la verdadera alegría. (Lafrance J, Mi vocación es el amor).