El don de piedad mira a Dios Padre

2605

El Don de Piedad no tiene como norma la deuda, el beneficio. No. El Don de Piedad mira en Dios al Padre. La virtud de la Religión nos lleva a agradecer a Dios los beneficios recibidos y darle un honor y un culto como a soberano de nuestro ser; de Dios hemos recibido beneficios sin cuento en el orden natural y en el orden sobrenatural, y esos beneficios lo constituyen a Él nuestro soberano, a nosotros sus súbditos; la Religión nos impulsa a corresponder a los beneficios de Dios y a cumplir los deberes que tenemos con Él como soberano, por medio de todos los actos de culto. Pero el Don de Piedad no piensa en lo que se le debe a Dios, no mide el honor que a Dios corresponde por los beneficios que han recibido de su mano; el Don de Piedad se inspira en ese Espíritu de adopción en el cual clamamos a Dios como a nuestro-padre. El es Padre, es nuestro Padre, nosotros debemos sentir en nuestros corazones cariño filial, y propio de los hijos es honrar a sus padres. El Don de Piedad, o el Espíritu Santo por medio del Don de Piedad, desarrolla en nuestros corazones ese afecto filial a Dios, y así por ser hijos, nos ocuparnos del honor y de la gloria de nuestro Padre. Y esos mismos sentimientos expresa todos los días en la Misa la Santa Iglesia en el himno angélico; ¿no hemos notado esa frase sublime «Te damos gracias, Señor, por tu grande gloria»? ¿Comprendemos la expresión? No le damos gracias a Dios porque nos ha dado sus dones, no se las damos porque nos ha creado; le damos gracias porque es grande, porque es glorioso; le damos gracias por su gloria. (El Espíritu Santo)