¡Qué cosa tan misteriosa es el amor! Nada tan fuerte y nada tan suave como el amor. Es muerte y es vida; mata implacablemente todos los pensamientos que no caben en su pensamiento único, todos los afectos que no se funden en su único fuego, todas las acciones que no son pedestal de su grandeza. Y al destruir edifica, y al matar da la vida, una vida nueva, plena y fecunda; como la llama que después de haber consumido cuanto la rodea se eleva hacia el cielo, majestuosa e insaciable. Cuando el amor ha realizado su obra, la armonía es perfecta en el ser humano: todo se enlaza, todo se funde en la maravillosa unidad del amor. (El Espíritu Santo)