49 El sexto grado de humildad consiste en que el monje esté contento con todo lo que es vil y despreciable, y que juzgándose obrero malo e indigno para todo lo que se le mande, 50 se diga a sí mismo con el Profeta: «Fui reducido a la nada y nada supe; yo era como un jumento en tu presencia, pero siempre estaré contigo».
Regla