“Es necesario no juzgar las cosas según nuestro gusto, sino según el de Dios; ésta es la gran palabra. Si somos santos según nuestra voluntad, no lo seremos nunca bien; es preciso que lo seamos según la voluntad de Dios” (consejos a Mme. Brulart)
“Es necesario no juzgar las cosas según nuestro gusto, sino según el de Dios; ésta es la gran palabra. Si somos santos según nuestra voluntad, no lo seremos nunca bien; es preciso que lo seamos según la voluntad de Dios” (consejos a Mme. Brulart)