La purísima unidad del amor

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Pero si el Amor separa es para unir, si arranca es para plantar, si vacía es para llenar, si pone en soledad al alma es para henchir con su plenitud esa soledad inmensa. Los que se aman necesitan estar solos para mirarse sin obstáculo, para amarse sin estorbo, para hablarse sin testigos, para fundir sus corazones en el aislamiento magnifico, en la purísima unidad del amor. A esa comunión íntima de Amor aspira el Huésped dulcísimo de nuestras almas y el misterio de esa comunión se realiza por las virtudes teologales. (El Espíritu Santo)