Amistad con Cristo, el buen amigo

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Con tan buen amigo presente, con tan buen capitán que fue el primero que padeció, todo se puede sufrir: es ayuda y da fuerzas; nunca falta; es amigo verdadero. Y veo claro, y he visto después, que para que Dios esté contento de nosotros y que nos envíe sus dones, desea que lo hagamos a través de esta Humanidad Sacratísima, en quien Dios dijo que se complace.