¿Quién es el ángel de mi guarda?
La palabra ángel significa enviado. Los ángeles son seres espirituales no corpóreos, creados por Dios para su servicio y el servicio de los hombres. El Creador los dotó de una inteligencia intuitiva.
Dios nos asignó a cada uno un ángel para que nos proteja, nos induzca hacia el bien y nos guarde de las asechanzas del maligno. Basta recordar las palabras del Éxodo: Yo voy a enviar un ángel delante de ti para que te proteja en el camino y te conduzca hasta el lugar que te he preparado (Ex. 23, 20).
El ángel de la guarda es un regalo del amor infinito de Dios, una muestra patente del amor personal que Dios tiene a cada uno de sus hijos.
Un poco de historia sobre la fiesta de los ángeles custodios
Según algunas fuentes, la celebración de los ángeles custodios surgió en el s. V. En un inicio se celebraba el 29 de septiembre, el mismo día de la fiesta de San Miguel Arcángel. En el s. XVI, el Papa León X aprobó una oración que sugería la existencia de un ángel personal. Esta creencia fue universalizada por el Papa Pablo V. Fue en 1670 cuando se dedicó a los ángeles custodios una fiesta en un día específico del calendario, el 2 de octubre. Esta ha sido una verdad comúnmente aceptada por los creyentes y, recientemente, el Papa Francisco nos invitó a estrechar nuestra amistad con “el compañero de viaje”.
En qué consiste la ayuda del ángel de la guarda
El ángel de la guarda nos puede ayudar con su auxilio espiritual y también puede ofrecer ayuda material protegiéndonos de los peligros espirituales y materiales. Puede darnos consejo prudente y consolarnos en momentos de tristeza.
La misión del ángel de la guarda es recordarnos siempre el camino e, incluso cuando nos hemos desviado, luchan sin violentar nuestra libertad para traernos al camino del bien. Nos sugieren cuándo debemos hablar, qué debemos decir o cuándo debemos callar.
También custodian a las naciones, son ministros de Dios en el universo.
Actitudes ante el ángel de la guarda
Sabiendo que el ángel de la guarda es un ser bueno y puro que nos ha asignado el mismo Dios para cuidarnos, nuestra actitud ante él ha de ser de confianza y cariño.
Recientemente, una persona me decía que al saber que cuenta con la presencia cercana de su ángel custodio, platica con él durante el día, le pide consejo y ayuda, y cuando no puede ver a su director espiritual acude a su ángel.
También le debemos inmensa gratitud por la compañía que nos ofrece en todo momento, por la cantidad de beneficios concedidos y tantas veces que nos ha librado de peligros espirituales o materiales. ¡Qué maravilla contar con un amigo y protector así!
Y si cualquier persona merece ser tratada con respeto, cuánto más los ángeles, pues son espíritus superiores que ven el rostro de Dios.
Oración al ángel de la guarda
Ángel del Señor, que eres mi custodio, puesto que la Providencia Soberana me encomendó a ti, ilumíname, guárdame, rígeme y gobiérname en este día [tarde o noche]. Amén.
Esta oración la puedes rezar al comenzar el día, al salir de casa, al iniciar un viaje, antes de una cita o de una competencia, antes de ir a dormir o en cualquier momento. Y como siempre, puesto que se trata de una oración personal, cada uno puede usar las palabras que desee mientras le pide que ilumine su entendimiento, que purifique sus afectos, que gobierne sus sentidos y le guarde de ofender a Dios.
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