Dios nos ama, Dios se nos da a Sí mismo

1858

San Juan nos hace la maravillosa revelación: “Deus caritas est —Dios es caridad. Dios es amor”. Y cuando Dios ama, se nos da, su amor nos da su sustancia, Él sí que nos hace el Don de Sí mismo. Pero hay en Dios un amor personal, el Espíritu Santo, y cuando Dios nos ama nos da a su Espíritu. Por eso dijo San Juan: “En esto conocemos que Dios nos ha amado, en que nos ha comunicado su Espiritu”. Esa es la verdad, aquí no hay hipérbole, aquí no hay figura, es una realidad vivida, y es una realidad divina. Dios nos ama, y nos da su amor, y nos da su corazón, y se nos da a Sí mismo. Cuando recibimos al Espíritu Santo, recibimos el amor de Dios; pero no lo entendamos a la manera humana, no entendamos que simplemente Dios nos ama, y que allí en su corazón guarda un afecto santo para nosotros, no; substancialmente su amor personal viene a nosotros y se nos da, y se nos entrega, y lo poseemos en nuestro corazón. (El Espíritu Santo)