Consciente de lo que significan
estas palabras operantes,
admito, mi Jesús, la inmolación.
Consciente también de mi quebranto,
de mi debilidad y de mi llanto,
imploro de tu Amor la compasión.
Lo quiero y lo rechazo,
es duro y es amable tu Amor y tu Dolor;
pero vence tu fuerza, tu ternura, tu abrazo…
Y quiero ser tu cuerpo y quiero ser tu sangre
e inmolarme contigo, ¡como quieras Señor