Si uniéndote a los sufrimientos de Cristo, tu oración es ofrecer tus experiencias dolorosas por los demás, éstas se convierten, para ellos, en poder redentor, vivo y saludable.
Si uniéndote a los sufrimientos de Cristo, tu oración es ofrecer tus experiencias dolorosas por los demás, éstas se convierten, para ellos, en poder redentor, vivo y saludable.