Las rejas del Carmelo no están hechas para separar corazones que sólo se aman en Jesús; antes bien, sirven para hacer más fuertes los lazos que los unen.
Las rejas del Carmelo no están hechas para separar corazones que sólo se aman en Jesús; antes bien, sirven para hacer más fuertes los lazos que los unen.