La corrección fraterna, un deber de amor

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Corregir con amor

“¿Por qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que llevas en el tuyo? ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: “Hermano, déjame que te saque la mota del ojo”, sin fijarte en la viga que llevas en el tuyo?” (Lc 6, 41-42)

CONSIDERACIONES

¿Has observado que en su predicación, Jesús se nos dirige en forma de pregunta? Es la manera en que el autor sagrado nos interpela y nos hace a cada uno receptor de la cuestión que plantea el Maestro.

Por las palabras de Jesús cabe que nos descubramos con una mirada viciada por prejuicios. Es muy importante la corrección fraterna, pues lo que se dice con amor ayuda y edifica, pero cuando se intenta justificar la debilidad personal agrandando el defecto del otro, se hace daño.

La humildad edifica, la bondad construye, la corrección con amor hace crecer. Una fuente para saber edificar, construir y hacer crecer, es saberse uno mismo necesitado de corrección, y aunque no nos la hagan, conscientes de la compresión y consideración que nos ofrecen los demás.

PROPUESTA

¿Te sientes aludido en las palabras de Jesús?


Agradecemos esta aportación a Don Ángel Moreno de Buenafuente (consulta aquí su página web) El contenido de este artículo puede ser reproducido total o parcialmente en internet y redes sociales, siempre y cuando se cite su autor y fuente original: www.la-oracion.com y no se haga con fines de lucro.