“Hijitos, me queda poco de estar con vosotros. Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros; como yo os he amado, amaos también unos a otros. En esto conocerán todos que sois discípulos míos: si os amáis unos a otros»” (Jn 13, 33-35).
Comentario
Estamos en el ecuador de la cuarentena pascual. La Liturgia escoge para este domingo un texto de despedida de Jesús a la vez que de testamento, en el que se nos revela el núcleo del cristianismo, la experiencia de haber sido amados por Dios, y no solo con un amor de compromiso, sino como Dios ama a su Hijo primogénito. Jesús nos ama con el amor de su Padre. Solo desde ahí cabe comprender el mandamiento nuevo de amar a los demás porque nos hemos sentido amados.
Imagen: El Evangelio
Con frecuencia interpretamos el Evangelio como una norma de moral, o un modo ético de vida, cuando la esencia del mensaje evangélico es la revelación de Dios en su Hijo, que se hace uno de nosotros por amor. En el III encuentro de los Misioneros de la Misericordia con el Papa, el cardenal Catalamessa, nos decía que no predicáramos que se deben hacer obras de misericordia, sino la misericordia, y quien experimenta la misericordia se moverá a hacer las obras de misericordia. La justicia de Dios es su misericordia. Es hora de ofrecer un cristianismo de la mansedumbre. Es momento de dar vida a un cristianismo nuevo.
Propuesta
¿Te sientes amado de Dios? ¿Eres mediación del amor divino para otros?
Agradecemos esta aportación a Don Ángel Moreno de Buenafuente (consulta aquí su página web) El contenido de este artículo puede ser reproducido total o parcialmente en internet y redes sociales, siempre y cuando se cite su autor y fuente original: www.la-oracion.com y no se haga con fines de lucro.
