La perseverancia es la virtud que inclina a persistir en el ejercicio del bien a pesar de la molestia que su prolongación nos ocasione (Teología moral para seglares §439)
- De los nombres de Cristo: Amado
- Confianza en los méritos de Cristo
Pero la Pasión y muerte de nuestro divino Redentor nos revelan su eficacia, sobre todo en sus frutos. San Pablo no se cansa de enumerar los beneficios que nos reportan los infinitos méritos adquiridos por el Hombre-Dios con su vida y padecimientos. Cuando habla de ellos, alborózase el gran Apóstol; no encuentra para expresar este pensamiento otros términos que los de abundancia, sobreabundatncia y riquezas, que declara inagotables (Rm 5,17 ss. 1Cor 1, 6-7; Ef 1, 7-8, 18,19; 2,17; 3,18; Col 1,27; 2,2; Fil 4,19; 1Tim 1,14; Tit 3,6). La muerte de Cristo nos redime (1Cor 6,20), «nos acerca a Dios, nos reconcilia con El» (Ef 2, 11-18; Col 1,14), «nos justifica» (Rm 3, 24-27), «nos comunica la santidad y la vida nueva de Cristo» (Tit 2,14; Ef 5,27). Y para resumirlo todo, el Apóstol traza una antítesis entre Cristo y Adán, cuya obra vino a reparar; Adán nos trajo el pecado, la condenación, la muerte; Cristo, segundo Adán, nos devuelve la justicia, la gracia, la vida (1Cor 15,22): «Hemos sido trasladados de la muerte a la vida» (Jn 3,14), «la redención ha sido abundante» (Sal 129,7). «Porque no sucede lo mismo con el don gratuito -la gracia- que con la culpa... y si por la culpa de un solo hombre la muerte reinó aquí abajo, con mayor razón los que reciben la abundancia de la gracia reinarán en la vida únicamente por Jesucristo; donde el pecado había abundado, sobreabundó la gracia (Rm 5, 15-21; hay que leer todo el pasaje); por eso «no hay condenación para aquellos que quieren vivir unidos a Jesucristo y que han sido reengendrados en El» (ib. 8,1).
- La espera acrecienta el deseo
- Perseverancia en la oración
- También los pecadores deben orar