Valorar los bienes en los demás

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Cuando vieres alguna persona en quien resplandezca la bondad, la sabiduría, la justicia o alguna otra virtud, distingue igualmente lo que tiene de sí misma, de lo que ha recibido del cielo, y dirás a Dios: ¡Oh riquísimo tesoro de todas las virtudes! Yo no puedo explicar la alegría que siento cuando considero que no hay algún bien que no proceda de Vos, y que todas las perfecciones de las criaturas son nada en comparación de las vuestras. Yo os alabo y bendigo, Señor, por éste y por todos los demás bienes que os habéis dignado comunicar a mi prójimo. Acordaos, Señor, de mi pobreza, y de la necesidad que tengo de tal y tal virtud.(El Combate Espiritual, Lorenzo Scupoli)