No se requiere ninguna habilidad ni conocimiento para acudir a Dios, solo un corazón decidido a volcarse a Él, latir solo por Él y amarle sólo a Él.
No se requiere ninguna habilidad ni conocimiento para acudir a Dios, solo un corazón decidido a volcarse a Él, latir solo por Él y amarle sólo a Él.