Oración por los hijos, vírgenes, madres y viudas

1945

Santísima Virgen, dígnate tomar a mi hijo y a mí bajo tu protección y ten como grata la elección que de esa protección hago para servirme de guía; recibe mis votos y súplicas, junto con mi corazón que te entrego por entero, para glorificar a Dios por la elección que su bondad hizo de ti para ser Madre de su Hijo, por el cual tu Concepción fue Inmaculada en previsión del mérito de su muerte. ¡Que tu nacimiento sea bendecido en la memoria de los hombres; tu vida pura y santa al servicio del templo, sirva de ejemplo a las vírgenes que tienen la dicha de imitar el voto jamás marchitado de tu virginidad! ¡Y que las personas unidas por voluntad de Dios en el santo matrimonio, honren el tuyo purísimo con la sumisión, dependencia, confianza en la Providencia de Dios, imitando el inagotable abismo de las virtudes que tu santa alma practicó durante el tiempo en que te estuvo sujeto tu Hijo Jesús, por medio de la gran humildad que constantemente te ponía ante la vista todo lo que Dios hacia en ti y lo que tú eras en El! ¡Que las viudas aprendan de ti lo que Dios pide de ellas, para honrar en la práctica y con el ejemplo la dulce serenidad de tu alma en los sufrimientos y la muerte de tu Hijo, y el desprendimiento de todas las cosas quedándote en la tierra, después de su Ascensión, por el puro amor que tenías a Dios y de la salvación de las almas, por la cual trabajaste el resto de tus días, a imitación perfecta del espíritu de Jesús, mi Salvador!