«Dónde está vuestro tesoro allí está vuestro corazón» (Mt 6,21). Nuestro tesoro es Jesús, y nuestros corazones no forman más que una sola cosa en Él.
«Dónde está vuestro tesoro allí está vuestro corazón» (Mt 6,21). Nuestro tesoro es Jesús, y nuestros corazones no forman más que una sola cosa en Él.