Los dones del Espíritu Santo y el bautismo

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Cuando alguno se bautiza, recibe en toda su integridad ese mundo sobrenatural que lleva el cristiano en el alma, la gracia que es una participación de la naturaleza de Dios, las virtudes teologales que lo ponen en contacto inmediato con lo divino, las virtudes morales que sirven para arreglar y ordenar toda su vida, y los Dones del Espíritu Santo, receptáculos misteriosos y divinos para captar las inspiraciones y las mociones del Espíritu Santo. Y en tanto que poseemos la gracia, poseemos también los Dones; no son algo pasajero, son algo estable, algo que llevamos en nuestro corazón constantemente; no puede existir la gracia sin los Dones y no puede existir en un corazón la gracia y los Dones sin que esté allí también el Espíritu Santo, que es el Director divino de nuestra vida Espiritual. (El Espíritu Santo)