Considera a Jesucristo en la cruz como un libro espiritual (Galat. III) que debes leer continua mente para aprender la práctica de las más excelentes virtudes. Este es un libro, hija mía, que se puede justamente llamar libro de la vida, (Eccli. XXIV, 32.— Apoc. III, 5), que a un mismo tiempo ilumina el espíritu con los preceptos, y enciende la voluntad con los ejemplos. El mundo está lleno de innumerables libros; mas aun cuando se pudiesen leer todos, nunca se aprendería tan perfectamente a aborrecer el vicio y amar la virtud, como considerando a un Dios crucificado.(El Combate Espiritual, Lorenzo Scupoli)