La fe nos permite encontrar por todas partes huellas de la actividad de Dios, entender que él está presente en nosotros, en nuestra vida espiritual, psíquica y física. Si eres capaz de ver a Dios en todas partes, tu oración se convertirá en una oración de fe, será una oración no solamente de palabras, sino también una oración de miradas, de admiración del mundo; una oración de agradecimiento por todo lo que Dios nos da.