Escuchar a Jesús en el Evangelio

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Seguir a Jesús para escucharlo, pero también escuchamos a Jesús  en su palabra escrita, en el Evangelio. Os hago una pregunta, ¿vosotros leéis todos los días un paso del Evangelio? ¡Sí, no, sí, no! ¡Mitad y mitad! ¿Eh? Algunos sí, algunos no. Pero es importante. ¿Vosotros leéis el Evangelio? Es bueno, es algo bueno, tener un pequeño Evangelio, pequeño, y llevarlo con nosotros en el bolsillo, en el bolso y leer un pequeño paso en cualquier momento del día, tomar del bolsillo el Evangelio y leer algo, un pequeño paso. Y ahí es Jesús que nos habla, en el Evangelio. Pensad esto, no es difícil ni tampoco necesario que sean los cuatro, uno de los Evangelios, pequeñito, con nosotros siempre el Evangelio, porque es la Palabra de Jesús, para poder escucharlo. 

De este episodio de la Transfiguración quisiera coger dos elementos significativos, que sintetizo en dos palabras: subida y bajada. Nosotros necesitamos ir aparte, ir sobre la montaña en un espacio de silencio, para encontrarnos a nosotros mismos y percibir mejor la voz de Señor. ¡Pero no podemos quedarnos ahí! El encuentro con Dios en la oración nos empuja nuevamente a «bajar de la montaña» y volver a lo bajo, en la llanura, donde encontramos a tantos hermanos cansados de fatigas, enfermedades, injusticias, pobreza material y espiritual. A estos hermanos nuestros que están en dificultad, estamos llamados a llevar los frutos de la experiencia que hemos hecho con Dios, compartiendo con ellos los tesoros de gracias recibidas. Y esto es curioso ¿eh? Cuando nosotros escuchamos la Palabra de Jesús y la tenemos en el corazón, esa palabra crece, y ¿sabéis cómo crece? Dándola al otro, la Palabra de Cristo en nosotros crece cuando nosotros la proclamamos, cuando nosotros la damos a los otros. Y esta es la vida cristiana, es una misión para toda la Iglesia, para todos los bautizados, para todos nosotros. Escuchar a Jesús y ofrecerlo a los otros. No olvidar esta semana escuchar a Jesús. Y pensad en eso del Evangelio. ¿Lo haréis? ¿Haréis eso? ¿eh? Después el próximo domingo me diréis si habéis hecho esto de llevar un pequeño Evangelio en el bolsillo o el bolso para leer un pequeño paso en el día.

Angelus II Domingo de Cuaresma, 16 Marzo 2014