Pensamientos durante los Ejercicios (3er día)
Es la Humanidad de Jesucristo, unida a su Divinidad, la que nos juzga, tanto en el juicio particular como en el general; pero es un juez al que no se puede sobornar ni engañar, pero si conquistar por un amor verdadero, el cual le pediré, y recordar el temor que he tenido de los pecados que ahora permanecen ocultos para mí pero que entonces aparecerán en toda evidencia para confusión mía, si antes no me humillo y corrijo de ellos.