En la raíz del pecado se halla la duda, la sospecha sobre Dios. De la duda nace la desconfianza, no esperamos de Dios que nos pueda colmar y hacer felices.
En la raíz del pecado se halla la duda, la sospecha sobre Dios. De la duda nace la desconfianza, no esperamos de Dios que nos pueda colmar y hacer felices.