»Vayamos ahora a algunas otras enseñanzas de los Padres, y veremos lo que dicen sobre purificar el alma. San Juan Clímaco escribe: “Cuando el espíritu esté ensombrecido por pensamientos impuros, pon en fuga al enemigo con la repetición frecuente del Nombre de Jesús. No encontrarás ni en los cielos ni en la tierra arma más poderosa y eficaz que ésta.” San Gregorio el Sinaíta enseña así: “Sabed esto, que nadie puede controlar su mente por sí mismo; así pues, cuando surjan pensamientos impuros invocad el Nombre de Jesucristo a menudo y a intervalos frecuentes, y los pensamientos se aquietarán.” Qué método tan simple y fácil! Con todo, está probado por la experiencia. ¡Qué contraste con el consejo de la razón teórica, que pretende presuntuosamente llegar a la pureza por sus propios esfuerzos!(Relatos de un Peregrino Ruso)