¿Cómo haré la oración? Para realizar en mí la definición y el fin de la oración, seguiré este camino lógico. Empezaré por abrir mi razón y, sobre todo, mi Fe y mi corazón a Jesús cuando me enseñe una verdad o una virtud. Avivaré la sed de armonizar mi alma con el ideal que he columbrado. Deploraré lo que haya en mí en oposición con el ideal. Me decidiré a saltar por toda clase de obstáculos que pudiera prever. Y, persuadido de que nada puedo de mi cosecha, alcanzaré con mis súplicas la gracia eficaz para poner en práctica estos propósitos. (Dom. J.B. Chautard, El alma de todo apostolado)