Advertencia sobre las falsas visiones y revelaciones

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—Amar a Jesucristo está muy bien, y darle gracias, también; pero tomar cualquier visión como una revelación directa de la gracia, eso no debes hacerlo, pues es cosa que a menudo se produce naturalmente según el orden de las cosas. El alma humana no está enteramente sujeta a la materia. Por eso puede ver en la oscuridad, tanto los objetos lejanos como los que están cerca. Pero nosotros no cultivamos esta facultad del alma, sino que la abrumamos con el peso de nuestro pesado cuerpo y con la confusión de nuestros pensamientos distraídos y ligeros. Cuando nos concentramos en nosotros mismos y nos abstraemos de todo lo que nos rodea, y aguzamos nuestro espíritu, entonces el alma vuelve completamente sobre sí misma, opera con toda su energía y todo esto no es más que una acción natural. Mi difunto starets me decía que no solamente los hombres de oración, sino ciertos enfermos o algunas personas especialmente dotadas, al encontrarse en un cuarto oscuro, ven la luz que se desprende de los objetos, notan la presencia de sus dobles y penetran los pensamientos de los demás. Mas los efectos directos de la gracia de Dios, durante la oración del corazón, son tan deliciosos que no hay lengua humana capaz de describirlos; a ninguna cosa material son comparables; el mundo sensible es cosa muy baja comparado con las sensaciones que la gracia despierta en el corazón.(Relatos de un Peregrino Ruso)