“Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre, lo que me ha dado, es mayor que todo, y nadie puede arrebatarlas de la mano de mi Padre. Yo y el Padre somos uno» (Jn 10, 27-30).
Comentario
Hoy se celebra el domingo del Buen Pastor y la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones. Si interpretamos en un contexto mayor la imagen de pastor, que personaliza Jesús, descubrimos que no solo apacienta a las ovejas que escuchan su voz, sino que también echa de menos a la que se pierde y la busca.
En este sentido, resuena uno de los primeros discursos del papa Francisco: “Quiero deciros algo. En el Evangelio es bonito ese pasaje que nos habla del pastor que, cuando vuelve al ovil, se da cuenta de que falta una oveja: deja las 99 y va a buscarla, a buscar a una. Pero, hermanos y hermanas, nosotros tenemos una: ¡nos faltan 99!
Debemos salir, ¡debemos ir hacia los demás! En esta cultura —digámonos la verdad— tenemos sólo una, ¡somos minoría! ¿Y sentimos el fervor, el celo apostólico de ir y salir y buscar a las otras 99?” (17 de junio 2013)
Imagen: Los Signos de los Tiempos
Cuando hemos sufrido la pandemia, hemos padecido el volcán y se nos han impuesto las imágenes de la guerra, con tantas y dramáticas consecuencias económicas y sociales, desde la fe no podemos interpretar que estas circunstancias son únicamente adversas, sino que debemos interpretarlas como señales que forzosamente nos suscitan preguntas sobre si nuestro estado de bienestar, de egocentrismo y de ensimismamiento se rompe para bien y nos fuerza a salir de nosotros mismos.
Esperábamos que la sociedad cayera en la cuenta de lo frágiles que somos, pero descubrimos que la reacción ha sido como una estampida, con retorno al consumo. Ante el desplome de la presencia de los fieles en los templos, ¿no será el momento de practicar la parábola del Buen Pastor, porque como señala el Papa, nos hemos quedado con una, y 99 no han vuelto?
Propuesta
Ante la intemperie, ¿te encierras, o te preocupan los otros? ¿Cuál es tu llamada?
Agradecemos esta aportación a Don Ángel Moreno de Buenafuente (consulta aquí su página web) El contenido de este artículo puede ser reproducido total o parcialmente en internet y redes sociales, siempre y cuando se cite su autor y fuente original: www.la-oracion.com y no se haga con fines de lucro.