“Jesús les dijo esta parábola: «Uno tenía una higuera plantada en su viña, y fue a buscar fruto en ella, y no lo encontró. Dijo entonces al viñador: “Ya ves, tres años llevo viniendo a buscar fruto en esta higuera, y no lo encuentro. Córtala. ¿Para qué va a perjudicar el terreno?”. Pero el viñador respondió: “Señor, déjala todavía este año y mientras tanto yo cavaré alrededor y le echaré estiércol, a ver si da fruto en adelante. Si no, la puedes cortar”» (Lc 13, 6-9).
Comentario
La parábola nos demuestra la paciencia de Jesús, quien siempre nos ofrece tiempo y ocasión para convertirnos enteramente a Él. Nunca podremos echar en cara al viñador de nuestra parcela que se ha precipitado y no nos ha dejado tiempo suficiente para responder a su llamada. El que se hizo cepa y se entregó en el cáliz ahora nos ofrece la posibilidad de dar fruto. ¡Cuánto mimo representa el cuidado de la higuera!
Imagen – La Higuera
La higuera aparece en el Evangelio y tiene relación con el templo y con la sinagoga. También la invoca Jesús para indicar la llegada del verano: “Cuando las ramas se ponen tiernas y brotan las yemas, deducís que el verano está cerca (Mc 13, 28). Estar debajo de la higuera es expresión de fidelidad a la ley judía. Subirse a la higuera es intento de acercarse a Jesús. Pero al final, la higuera se seca, el templo se derrumba y queda Jesús resucitado, en quien siempre tenemos el fruto que nos alimenta.
La Ley
Es muy fácil convertir la práctica religiosa cristiana en conducta farisaica, si por cumplir con ciertas devociones nos creemos mejores. Jesucristo es quien nos ha salvado, y la fe cristiana es respuesta agradecida al don recibido, aún más si se es consciente de que Él continúa entre nosotros, en nosotros.
PROPUESTA
¿Te justificas por tus prácticas piadosas, o te sientes redimido por Jesús y agradecido a Él?
Agradecemos esta aportación a Don Ángel Moreno de Buenafuente (consulta aquí su página web) El contenido de este artículo puede ser reproducido total o parcialmente en internet y redes sociales, siempre y cuando se cite su autor y fuente original: www.la-oracion.com y no se haga con fines de lucro.